El nombre de la variedad hace referencia a la forma de su fruto acabado en pico. También es conocida como marteña o nevadillo.
Gracias a su elevada productividad de aceite y fácil cultivo es la variedad mundialmente más cultivada pudiendo llegar al millón de hectáreas, casi todas en Andalucía. En algunas localidades llega a constituirse prácticamente como monocultivo íntegro del paisaje.
Variedad rústica en su adaptación al medio en cuanto a temperatura, salinidad, suelo pobre, y exceso de humedad, pero sensible a clorosis en suelos calizos y sequía.
Su época de maduración es temprana y tiene fácil desprendimiento de la aceituna, lo que facilita su mecanización.
Produce aceites de buen rendimiento graso, con un alto índice de estabilidad.